La Niña Y La Estrella Fugaz Luis Salcedo

La niña y la estrella fugaz

Sofía era una niña que le encantaba ver las estrellas. Todas las noches, antes de dormir, se asomaba por la ventana de su habitación y contemplaba el cielo oscuro salpicado de luces. Le gustaba imaginar que cada estrella era un mundo diferente, con sus propios habitantes, historias y secretos. A veces, le pedía un deseo a la estrella más brillante, esperando que se cumpliera.

Una noche, mientras observaba las estrellas, vio una que se movía rápidamente por el cielo. Era una estrella fugaz, y Sofía sabía que tenía que pedirle un deseo antes de que desapareciera. Así que cerró los ojos y dijo en voz baja:

  • Quiero conocer el universo.

Para su sorpresa, escuchó una voz suave y dulce que le respondió:

  • ¿De verdad quieres conocer el universo?

Sofía abrió los ojos y buscó la fuente de la voz. No podía creer lo que veía: la estrella fugaz se había detenido frente a su ventana y le sonreía con una luz cálida.

  • ¿Eres tú la que me habla? -preguntó Sofía con asombro.
  • Sí, soy yo -dijo la estrella-. Me llamo Kai y soy una estrella viajera. Voy de un lugar a otro, explorando el universo y conociendo a otros seres. Escuché tu deseo y me pareció muy bonito. ¿Te gustaría venir conmigo?

Sofía no podía creer lo que oía. ¿Una estrella que le hablaba y le invitaba a viajar por el universo? Era el sueño de su vida.

  • Sí, me encantaría -respondió Sofía sin dudar.
  • Entonces, ven conmigo -dijo Kai-. Te llevaré a lugares maravillosos que nunca has visto. Pero tienes que ser rápida, porque solo puedo estar aquí unos minutos.

Sofía no lo pensó dos veces. Se puso su pijama, cogió su mochila y salió. Kai la atrapó con su luz y la envolvió en un abrazo cósmico.

  • Agárrate fuerte -le dijo Kai-. Vamos a viajar a la velocidad de la luz.

Y así comenzó la aventura de Sofía y Kai por el universo. Juntas visitaron planetas de colores, nebulosas de formas caprichosas, agujeros negros misteriosos y galaxias espirales. Conocieron a otros seres, como los cometas bailarines, los meteoritos parlanchines, los asteroides gruñones y las lunas cantarinas. Aprendieron sobre la historia, la ciencia y la magia del cosmos. Y sobre todo, se hicieron muy amigas.

Sofía nunca olvidaría aquel viaje increíble que le cambió la vida. Y Kai nunca olvidaría a aquella niña curiosa que le enseñó el valor de los sueños.

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